Los mecanismos para la acreditación y la certificación como parte fundamental para el desarrollo de la educación superior, fue el tema del segundo panel del Congreso Iberoamericano sobre Investigación Educativa del Siglo XXI: retos y desafíos desde la pandemia.

Este diálogo lo realizaron el Mtro. Benjamín Acosta Díaz, de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIIES) y el Ing. Luis Roberto Sierra Ortiz del organismo de certificación ACCM América. Asimismo, contó con la moderación de la Dra. María Laura Ortiz Hernández.

En su participación inicial, la moderadora indicó que la acreditación de programas es de suma importancia. Como reconocimiento formal y público que ha logrado avances significativos en el cumplimiento de su visión y objetivos. Además, los organismos de certificación dan garantía de que un producto o servicio se ajusta a normas o lineamientos nacionales o internacionales.

Benjamín Acosta, durante su intervención, puntualizó que en todos los procesos de evaluación y certificación hay un soporte institucional que tiene que ver con el Estado y con las autoridades que hacen funcionar los procesos.

Precisó que la certificación da testimonio, certeza y seguridad de que algo es cierto. Mientras que la acreditación es un testimonio de que se han cumplido los requisitos académicos como es el caso de lo que realizan los CIIES.

Expuso que hace 30 años, empezaron en México estos procesos de evaluación. Inicialmente no con fines de acreditación, pero inició como una política para mejorar la calidad de la educación superior, a consecuencia del evidente deterioro que se percibía respecto a la empresa.

En México, los procesos de evaluación y acreditación son voluntarios… tienen un proceso. Empiezan con una autoevaluación y una evaluación externa. También un dictamen que se entrega justamente para reconocer que un programa ha cumplido con los requisitos previamente establecidos o convenidos, no expresados solamente por los CIIES, por las agencias, si no consensuadas con toda la comunidad académica.

Finalmente, explicó que hasta 2014, estos servicios en México estaban financiados por el Estado, pero hubo un retiro progresivo de ese financiamiento y ahora las instituciones de educación superior firman este contrato y hacen un pago.

Por su parte, Luis Roberto Sierra mencionó que, en el ámbito educativo, muchas veces nos basamos en la creación de los programas. Pero otro mecanismo adicional es la certificación a través de estándares internacionales de sistemas de gestión como son las normas ISO, siendo la más común, la ISO 9001 que habla de Sistemas de Gestión de Calidad.

Actualmente se cuenta con más de un millón de certificaciones emitidas a nivel mundial en ISO 9001. De las cuales el 36% van hacia las organizaciones educativas y todos estos obviamente con más de 400,000 certificados emitidos para este tipo de instituciones. Sin embargo, la mayoría de estas certificaciones generalmente van dirigidas a procesos que son más de apoyo dentro de la institución de educación superior.

Refirió que en el ámbito nacional tenemos una serie de normas mexicanas que hablan de calidad e infraestructura educativa o de la escuela. Incluso elementos para la accesibilidad de los espacios y se pueden combinar con otras normas.

Profundizó que el proceso de certificación, como lo manejan la mayoría de los organismos, es a través de una solicitud donde cualquier organización, solicita el servicio de certificación y se hace un análisis en cuestión de la complejidad del programa. En toda norma ISO hay organismos de certificación que pueden hacer esta validación, dependiendo de la norma, dependiendo del alcance de organismo.

Finalmente, destacó que en el caso de ISO 21001 en el 2019, ACCM América fue el primer organismo de certificación a nivel mundial que obtiene la acreditación para impartir estos estos servicios de certificación. Eso de alguna manera, fue un compromiso muy grande que estuvo con mucha gente desde la Entidad Mexicana de Acreditación, hasta todas las instituciones educativas que participaron en los programas para la implementación de este mecanismo.